miércoles, noviembre 22, 2006

reflexión: Pendientes (es costumbre)

Pues aquí está Carolina, una niña sin pendientes y así seguirá mucho tiempo.

¿Porqué soy tan cabezota y no se los pongo ya?

Porque esa no es la pregunta. La pregunta es... ¿porque se los quiero poner?
Y no le encuentro respuesta.

Vayamos a la lista de pros y contras...

PROS
Tengo que reconocer que he necesitado ayuda para muchos de los pros, yo solo no podía
  1. Lo llevan todas las niñas
  2. De mayor se los querrá poner y ahora no le duele
  3. Porque son bonitos y las niñas y mujeres más guapas cuando los llevan
Al punto 1... ¿Porqué lo llevan todas las niñas?, Quizá sea porque lo llevan todas las niñas

Al punto 2... Eso de que no le duele ni le molesta, no lo tengo totalmente claro
No son raros los casos de complicaciones

Al punto 3... Respeto esa opinión pero no la comparto, gran parte de cánones de belleza son culturales y por tanto volvemos al punto 1
En Japón consideraban guapas a las mujeres con micropies. Mujeres que conseguían esa belleza a base de una tortura de por vida.
En alguna zona de Asia están las mujeres jirafa, también muy guapas para sus compañeros culturales, también generando una tortura y lesión grave
Vale que los pendientes no son comparables en cuanto a la lesión, pero sí lo son en el patrón de belleza cultural.

CONTRAS

  1. No encuentro ninguna razón para ponérselos.
  2. Es hacer un orificio en la piel y atravesarlo con un alambre de forma permanente. No creo que eso sea más cómodo que no tenerlo.
Me gusta pensar que si la gente actuase menos por la presión cultural y un poco más dudando y pensando, las cosas podrían funcionar mejor. Esa es mi cultura, práctica, agnóstica y racional (en la medida de lo posible)

Quizá habría menos ablaciones y otras salvajadas amparadas en la cultura.

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